
15 Oct Una historia en pleno centro
El otro día presencié una curiosa escena en mitad de un atasco que consiguió sacarme una sonrisa.
Secuencia 1: Pleno centro de Madrid, hora punta, un edificio de oficinas, un hombre esperando en el portal del edificio, mirando la hora y con cara de suspense….
Secuencia 2: Pasa un minuto y aparece una chica con prisas, con cara de enfado, que al ver al hombre empieza a gesticular y a hablar, aunque no se entendía bien lo que decía…el hombre intenta calmarla….
Secuencia 3: La mujer sigue gesticulando y el hombre saca un preciosos ramo de flores que le entrega a la mujer…, surge un bonito abrazo entre ambos y de las caras de suspense, enfado y qué va a pasar, se pasa a la sonrisa de la alegría, al abrazo, al te quiero…
Hoy he vuelto a ver a la chica, caminando rápido por la misma calle céntrica de Madrid, no sé dónde iría, lo que sí sé es que su cara era otra…más serena, más alegre, quizás con la seguridad de que de saber que hay alguien que la quiere y se lo demuestra y que pese a las dificultades que pueden surgir entre ellos, intentan superarlas juntos.
Y eso es precisamente lo que querría resaltar: cada pareja, cada matrimonio tiene unos códigos de comunicación, una manera de expresar su cariño, sus necesidades, sus expectativas, una manera única y exclusiva de demostrarle al otro que, pese a lo que pase entre nosotros, de verdad ME IMPORTAS.
A veces es necesario parase a pensar, si de verdad nos conocemos a nosotros mismos y conocemos a la persona que tenemos a nuestro lado, si conocemos nuestros códigos como pareja, nuestra forma de conectar, incluso de reconectar con el otro en el momento actual, si sabemos expresar de verdad lo que sentimos y lo que necesitamos de él o de ella…o nos dejamos llevar por el tan de moda POSTUREO y pretendemos reflejar en nuestra vida de pareja, de compromiso, una realidad que no es tal….por seguir siendo sólo un tú o un yo, sin ser un NOSOTROS, sin saber comunicarnos.
Mercedes Honrubia
Orientadora y mediadora familiar