
14 May ¿Sabemos comunicarnos?
La mayor parte de las crisis de pareja se producen por dificultades de comunicación. Es verdad que en la vida de pareja son esenciales la sinceridad y la confianza, que entre otras muchas cosas se concretan en poder hablar de todo. Pero hay que buscar la forma y el momento oportuno para decir las cosas. Muchos novios y matrimonios acuden a la orientación de pareja para intentar evitar o solucionar este tipo de problemas. Veamos algunos ejemplos:
Muchas veces nos expresamos como si estuviéramos dando una orden cuando lo que realmente queremos es pedir algo por favor. Así, la intención puede ser “por favor ¿me puedes arreglar esto que se me ha roto?” pero decimos “tienes que arreglarme esto”. Otro ejemplo: “tienes que hacer la ensalada” cuando lo que queremos decir es: “por favor, haz tú la ensalada para la comida porque te sale mucho más rica que a mí”. Si además de recibir lo que suena a orden tajante la conversación nos pilla cansados o en mal momento, es fácil que nos enfademos y que reaccionemos a la defensiva “tú no tienes que darme órdenes”.
La comunicación de pareja, vital
¿Cómo lo solucionamos? Por un lado, hay que procurar entrenarse para decir las cosas bien; por otro, también ayuda procurar entender cuál es la verdadera intención del que habla. Y no está de más hacerle ver, con cariño, cómo se recibe su mensaje y cuánto mejor se recibiría si se expresara correctamente.
Las quejas y críticas, con frecuencia, son un grito de amor y necesidad mal expresado. Por ejemplo, debajo del “aquí no hay quien viva, nunca tienes tiempo para mí y mis cosas siempre son las últimas”, fácilmente se encuentra una persona que está deseando pasar más tiempo contigo porque te quiere y quiere poder compartir contigo lo que para ella es importante.
¿Cómo lo solucionamos? De nuevo, esforzándonos por expresar lo que realmente sentimos y procurando decir las cosas en positivo. Si lo que quiero decir es “me gustaría mucho pasar más tiempo contigo porque sigues siendo para mí lo más importante”, vamos a decirlo así: nuestra relación se verá fortalecida.
Descodificamos lo que nos dicen según nuestros propios esquemas y comportamientos. Y así, por ejemplo, si uno habitualmente cuenta todo lo que le preocupa y sólo se lo calla cuando está enfadado, tenderá a pensar que su pareja está enfadada cuando está un tiempo callada.
¿Cómo lo solucionamos? Hablando y siendo capaces de entender que el otro es como es, distinto a nosotros y que no puedo traducir su comportamiento según lo que yo haría en las mismas circunstancias. Hay que dejar que el otro sea como es y aprender a entender su comportamiento y reacciones.
María Alvarez de las Asturias
Instituto Coincidir