
06 Oct La vida sigue
Vivimos tiempos convulsos donde parece que nada es seguro, donde cada día nos levantamos con una realidad que es difícil de digerir y que no sabemos hasta cuándo durará.
La vida sigue y mientras escuchamos las últimas noticias y paladeamos el café que nos hemos preparado –más cargado que otras veces– después de una larga noche sin pegar ojo, nos planteamos si necesitamos pedir ayuda para resolver esa situación personal o familiar que nos tiene bloqueados.
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es a ser más conscientes de que la tecnología ha venido para quedarse. Esas quedadas por zoom que se hicieron habituales en el confinamiento, ahora son conferencias y cursos on line, nuestros hijos van muchos de ellos al colegio en régimen de semipresencialidad, siguiendo las clases desde casa como si estuvieran en las aulas, las empresas se reparten a sus trabajadores entre los días de la semana para que puedan turnarse y no coincidir todos en la oficina. La vida sigue, pero no sigue igual como decía la canción de Julio Iglesias y nosotros no nos podemos parar, porque sigue, pero de manera distinta.
Albert Einstein dijo “No pretendas que las cosas cambien si siempre haces lo mismo”. Es verdad que cuesta pedir ayuda, pero ese primer paso es el que nos lleva a iniciar un camino diferente para solucionar lo que solos no hemos podido solucionar.
A veces será una situación personal, otras tantas una situación familiar que nos quita el sueño, ya sea con nuestro esposo, con nuestros hijos, con nuestros padres o con nuestros hermanos. Otras veces será una situación laboral o económica, otras un problema de salud. Lo importante es saber dar ese paso para poder cambiar.
En Coincidir disponemos de las dos modalidades de atención al público. Atención presencial y atención on-line. Nos importan las personas y todo lo que de ellas se deriva. Si nosotros estamos bien, la gente que convive con nosotros lo notará y podremos hacer que cada hogar sea al menos el refugio donde resguardarse en este tiempo de incertidumbre, aprendiendo técnicas de comunicación que nos permitan disfrutar de relaciones más plenas, más maduras, más felices.
Es tiempo de cambio, pero el primer cambio está en nosotros mismos