
04 Jun Hablar en público: 3 claves para conseguirlo
“El arte de hablar en público consiste en buscar en cada caso lo apropiado para producir la persuasión de quien nos escucha”. Esta definición la dio Aristóteles en su libro titulado Retórica y, a uno de mis pacientes le costaba, no solo lo de “buscar en cada caso lo apropiado…”, sino también abandonar ciertos hábitos que “en cada caso…” le impedían tener una buena comunicación con los otros.
Tras una breve evaluación para ver algunos parámetros de la voz (relajación, respiración, articulación, impostación y otras tantas palabras técnicas que no vienen al caso) y ver cómo estaban algunas habilidades como la asertividad, la empatía, el lenguaje verbal y el no verbal, implementamos un protocolo de intervención de tres meses con sesiones cada 15 días.
¿Qué trabajamos exactamente?
Aprender a impostar la voz, sin miedo a que ésta se le agotara; aumentar su volumen y flexibilidad (dejar de tener una voz monótona y con poco volumen); realizar diversas actividades para poner en marcha la mejora de la asertividad y la empatía (tanto en las sesiones como fuera de ellas) y por último un arduo trabajo en conocimiento, control y racionalización de sus pensamientos distorsionados, para mejorar su autoestima, repercutiendo esto en la seguridad en sí misma, en su asertividad y en su empatía.
La mejoría ya se notó en el primer mes. Hay que decir que esta persona trabajaba entre sesiones, por eso avanzaba bien y rápido; en otros casos, la mejoría se retarda porque la persona acude a la terapia siguiente sin haber hecho “los deberes” y aunque la terapia y la terapeuta sean muy buenas, esto no es algo milagroso, es decir, la persona se debe de implicar trabajando en la sesión y fuera de ella. Así, nuestro paciente fue progresando de sesión en sesión y pudo llevar a cabo a su primer reto: unas oposiciones con un tribunal al que debía enfrentarse en tres ejercicios distintos, no solo exponiendo temas, sino también esperando a que le pudieran preguntar de cualquier cosa relacionada con dicho tema o con otros temas que no tuvieran que ver. Logramos controlar su miedo y reducir bastante su inseguridad a la hora de enfrentarse a un público, y pudimos mejorar tres habilidades muy importantes a la hora de comunicar:
1. La autoestima,
2. La asertividad
3. La empatía.
Se preguntarán cómo terminó la historia, y el final es que nuestro paciente aprobó las oposiciones y hoy desempeña sin miedos e inseguridades un trabajo en el que constantemente tiene que hacer un buen uso del lenguaje verbal y no verbal para comunicar de forma efectiva y eficaz.