07 Sep Cuidamos la voz
Se puede considerar la voz como una manifestación expresiva de la persona en su totalidad (Bustos I. 1995). A través de ella, la persona se expresa y comunica con sus semejantes de una manera particular.
Las patologías de voz más comunes en niños son las disfonías, que consisten en la dificultad para emitir sonidos o cambio en las características acústicas, en concreto las disfonías funcionales y las disfonías orgánicas.
Las disfonías funcionales se deben a un mal uso de los aparatos fonadores, pueden producirse por abusar de la voz chillando, gritando, aclaramientos de la voz excesivos o por hacer un mal uso vocal hablando más alto de lo que corresponde. Y las disfonías orgánicas se dan cuando se produce una causa orgánica como un nódulo, pólipo, quiste, enfermedades en el aparato respiratorio o malformaciones congénitas.
Las disfonías son una alteración importante para llevar a cabo muchas de las actividades del “día a día” por ello es importante intervenir precozmente.
Proponemos algunos hábitos para cuidar la voz con los más pequeños:
- Hablar despacio, con tranquilidad, rítmicamente y con pausas.
- Enseñarles a respetar los turnos de palabra y así evitar que griten para hacerse escuchar mejor.
- Disminuir el ruido en el ambiente.
- Utilizar humidificadores para evitar sequedad en la garganta.
- Beber agua para mantener una correcta hidratación.
- Evitar aclarar la garganta y toser con fuerza ya que son acciones traumáticas para las cuerdas vocales.
- Hábitos de vida saludables, ejercicio y alimentación equilibrada.
- Acudir al médico cuando haya molestias que duran más de 15 días.
Maria Jorge Moreno – Profesora de audición y lenguaje. Experta en Intervención Logopédica